Eunice Cuevas y Eduardo Machetto / RedLab Hablar de cultura es hablar de las dinámicas sociales que creamos y modificamos constantemente en el devenir del presente, en la constancia del pasado y la potencia del ser en el futuro. La cultura es una herramienta que trabaja con los cuerpos, los confronta a sus pensamientos y busca la autonomía sensible de cada participante a través de encontrar su propia identidad y con ello su agenciamiento. La cultura es una pintura, una escultura, un movimiento, un sonido en el ambiente, un sonido afinado que se transforma en música y enmarca al tiempo, la cultura es un acontecimiento que provoca interacciones con lxs otrxs y a es a través de compartir(nos) que damos cuenta también de nuestro ser, de nuestra dimensión política y las diversas formas en que podemos transformar sociedades. En la actualidad el término gestión cultural se ha vuelto parte de la cadena de la vida cultural para crear, diseñar y desarrollar proyectos culturales. La gestión cultural se ha entramado como un puente entre los artistas y la comunidad, un vínculo a través del cual se puede detonar una (trans)formación social si entendemos la gestión más allá de un proceso burocrático y reconocemos su potencial creativo. Foto: Gabriela Anguiano. ¿Para qué hacer arte? El arte estructura la realidad a partir del lenguaje, pensamientos, acciones y objetos. Estructurar la realidad implica un proceso de reflexión constante con el mundo circundante el cual implica sentir(lo) y cuestionar(lo) para entender por qué se habita y cómo se habita. El arte tiene múltiples formas y objetivos en las cuales aparece y nos confronta, hacemos arte para criticar, cuestionar, imaginar(nos) y reparar(nos). Hay arte que provoca espacios políticos y crea insurrecciones, otro arte que se enfoca en sanar a los cuerpos, hay arte que existe para resistir, también hay otro tipo de arte que se hace para vender. En todas estas estrategias en que el arte acontece se involucra al individuo como espectador y a una esfera social determinada, la pregunta que surge será entonces, sí hay un arte capaz de trabajar con todos los cuerpos que hacen al mundo. ¿Qué es la plástica social? La plástica social es una idea viva en constante transformación que busca involucrar a todxs los individuos en el acto creativo, piensa a las sociedades como agentes de cambio que modelan y accionan al mundo; para ello es fundamental desvincular la idea de que el arte le pertenece a los artistas y transitar un camino desde la creación colectiva, comunitaria y por tanto, dar cuenta que todo ser humano es una potencia creativa. La plástica social confronta la función del arte y sus límites, propone la creatividad como una herramienta para la libertad que, al llevarla más allá del mundo del arte ofrece a las personas otras perspectivas para (re)conocer la realidad y (re)configurar los espacios que creamos. Este concepto toma en cuenta la dimensión social del arte, por lo que se piensa la obra más allá de la galería ya no solo como una producción de objetos, sino como un acontecimiento en un espacio social en (con)tacto con los sujetos que lo habitan. El acto creativo no le pertenece a los artistas, no es exclusivo de ellos, el acto creativo es ese acontecimiento que sucede en el pensamiento y se acciona a través del cuerpo, la palabra y el territorio; por tanto, el acto creativo es en sí mismo arte, es un territorio político desde el cual podemos moldear a la sociedad, dar un paso más a las autonomía de los cuerpos y con ello construir comunidades sensibles. La gestión cultural debe ser la plataforma que provoque el encuentro y reflexión constante con lxs otrxs, involucrarlxs a crear e imaginar juntxs nuevos paradigmas sociales de bienestar común. Mirar la gestión cultural desde esta perspectiva nos permite entender su impacto dentro la sociedad y por lo tanto su responsabilidad al ofertar eventos y programas culturales. La labor del gestor cultural es detonar la creatividad que habita en cada uno de nosotros para buscar la autonomía y libertad de los individuos desde la sensibilidad. El derecho a la cultura no sólo debe ser en su accesibilidad, también debe estar en la viabilidad de la creación de todo individuo que quiera transformar el mundo. Cuerpxs Suaves Cuerpxs suaves es un cuerpo naciente integrado por Eunice Cuevas Rodríguez y Eduardo Macchetto Jiménez que busca generar nuevas dinámicas de producción, gestión, curaduría y museografía en el arte a partir de la afectividad, los saberes compartidos y la búsqueda de la suavidad como acción política-estética para abordar la vida y sus vicisitudes.