Raíces a una voz: FILIT y el Encuentro de Poetas y Narradores “José Rubén Romero”

Son ya diez años de vida de esta compilación sumamente peculiar y me atrevería a decir que hasta única en el mundo de la palabra escrita: Raíces a una voz

Gustavo Ogarrio, colaborador de La Voz de Michoacán

En el eco de una voz se pueden filtrar las huellas de nuestra raíz. En esos hilachos de voces confusas está una probable definición de lo que somos. Ya sea en las barrancas que nos dicen algo del origen común o en el bosque de raíces magníficas o en ese lago que agoniza lentamente y cuya muerte atraviesa dos o tres generaciones: en el territorio vivo se escribe también la caligrafía de los pueblos y de las comunidades.

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Para los que venimos de las ciudades de hierro, de fuego y de soledades multitudinarias, nuestras raíces aéreas se escriben como un lamento por las lenguas y los lugares perdidos o por las utopías quebradas en los lodos industriales y en la dureza del asfalto. Sin embargo, quizás nos une la búsqueda imposible del origen, la evocación compartida de lo que somos, la formación de sentido escrito de la experiencia común: la voz poética y narrativa que incansablemente se les impone a nuestros deseos, el llamado de esas metáforas y analogías que sirven como los ojos que nos permiten mirar lo que no se ve a simple vista. 

​Son ya diez años de vida de esta compilación sumamente peculiar y me atrevería a decir que hasta única en el mundo de la palabra escrita: Raíces a una voz. Antología literaria FILIT 2025 se ha dado a la ardua y gozosa tarea de reunir escrituras que son raíces y que se articulan como el coro que a una voz emite los sonidos de la heterogeneidad literaria y cultural. La Feria Intercultural del Libro de Tacámbaro (FILIT) es una hazaña discreta y poderosa al mismo tiempo, un esfuerzo común que año con año convoca a libreros, editoriales, autoras y autores de lo más diverso, desde la literatura hasta la historia, y a todo un pueblo que también baila lo que se escribe de él y lo que lee.

Tengo la imagen de presentaciones de libros de poesía como el preámbulo en la plaza del baile al que son convocados las y los abuelos de Tacámbaro; en el que convive la poética hablada de Margarita Vázquez que presagia una canción bailada de Rigo Tovar, por ejemplo. O de autoras que leen en medio la plaza pública los textos que recobran su raíz oral. O de narraciones a varias voces que escenifican algún drama de ficción trágica y que se despliegan en el hechizo colectivo del performance. O la música propia de tierra caliente acompañando atardeceres eternos que también duran lo que dura una feria del libro o un encuentro de escritores. O la lectura en purépecha de El Principito en el Centro de Capacitación y Desarrollo para la Juventud (CECADEJ) de Tacámbaro, en voz de un alumno que nació en la Meseta Purépecha y que estudia ahí. 

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Esto es para mí es la FILIT y el Encuentro de Poetas y Narradores “José Rubén Romero”: comunidad y literatura, voces que se buscan en otras voces, textos que se bailan, y bailes que se vuelven textos; nieves que hacen convivir en la plaza a las y los abuelos tacambarenses con escritoras e historiadores de otras latitudes; taxistas que desde el sitito escuchan las voces de otras tradiciones culturales. Una década de vida en la que se articula el fomento a la lectura en la plaza pública y en centros escolares, con la convocatoria para que escritoras y escritoras de muy diversas raíces se reúnan en una sola voz a través de esta antología.

Si bien la FILIT se lleva a cabo en el primer semestre de cada año y el Encuentro de Poetas y Narradores se realiza en la segunda mitad, el cordón umbilical que los une es esta voluntad de organización para el goce y divulgación de la literatura, la cultura y el pensarnos y escribirnos como comunidades articuladas en una sola voz.

He leído en las antologías anteriores textos profundamente diversos y, al mismo tiempo, conectados entre sí de modos también muy heterogéneos. Año con año se emite una convocatoria cuya respuesta es amplia y conmovedora. He de decir que cuando me han invitado a presentar alguna de las antologías anteriores del Encuentro, disfruto enormemente de leer los textos de esas antologías en voz alta: en ellos descubro con fascinación algo de nuestras propias voces; ese hilo de plata que en el fondo une a todas las literaturas y comunidades.

Es hora de celebrar la palabra y a las comunidades que están detrás de ellas. Es hora de disfrutar de esta antología de aniversario, de estos diez años de escrituras y de voces que se funden, una vez más, en una sola raíz. Es hora de leernos entre nosotros y de bailar lo leído.

Gustavo Ogarrio Badillo (Ciudad de México, 1970). Escribe crónica, cuento y poesía. Es profesor de literatura latinoamericana en el Colegio de Estudios Latinoamericanos (FFyL / UNAM). Colaborador del suplemento La Jornada Semanal y ganador de diferentes premios, como el Concurso Latinoamericano de Cuento Edmundo Valadés, el Premio Nacional de Cuento Fantástico y de Ciencia Ficción y el Premio de Crónica Urbana Salvador Novo. Algunos de suslibros publicados son: La mirada de los estropeados (FCE); Bajo la misma noche. Ensayos políticos sobre literatura latinoamericana (FFyL / UNAM); Nunca seremos poetas(UNAM); ¿En qué país estamos, Agripina? (Nitro Press), yen coautoría con Horacio Cerutti-Guldberg, Cuando todo era posible. Entre los populismos clásicos (1934-1955) y la escena contemporánea.