Jaime Vázquez, colaborador de La Voz de Michoacán Una niña enamorada del baile y la actuación, con una vida adulta intensa en la que desafió reglas al asumir los riesgos con fortaleza, polémica y temperamental, Sonia Infante (Morelia, Michoacán, 2 de febrero de 1944), perteneció a una familia dedicada al cine. Su tío fue el “ídolo de Guamúchil”, Pedro Infante, que en realidad nació en Mazatlán, Sinaloa, el 18 de noviembre de 1917. Su padre, Ángel Infante (1 de octubre de 1914, Acaponeta, Nayarit), hermano de Pedro, edificó a la sombra de su célebre hermano una carrera como actor y cantante. Nacida en ese entorno familiar, Sonia Infante ingresó al cine en 1959, en la comedia Dormitorio para señoritas, dirigida por Fernando Cortés, compartiendo créditos con Manolo Fábregas, Lorena Velázquez, Mapita y Mapy Cortés y Manuel “Loco” Valdés. Es una bella joven en una historia de enredos, risas, bailes, romance y canciones. Ese mismo año aparece brevemente como Doña Eulalia, la esposa de Ramiro en Macario (Roberto Gavaldón). En esta aclamada cinta, interpretando a la Virreina, actúa otra michoacana: Consuelo Frank.Todavía en 1959 y como parte de la ola de películas que a inicios de la década siguiente alertaban sobre la “juventud descarriada”, los peligros sociales y la moralidad, actúa sin créditos en Ellas también son rebeldes, de Alejandro Galindo. Los sesenta son los años del intenso trabajo que Sonia Infante realiza para la escena y en la pantalla.Gilberto Martínez Solares la dirige en Las Leandras (1960), un guion sobre la revista musical del español José Muñoz Román. Miguel Zacarías la incluye en el extenso reparto de Juana Gallo (1960), historia revolucionaria con María Félix, Jorge Mistral y Luis Aguilar, entre otros. Luis Alcoriza dirige su ópera prima, Los jóvenes (1960) con el moreliano Julio Alemán, Adriana Roel y Tere Velázquez; ahí, Sonia Infante es Gloria, una de las jóvenes en peligro por la “rebeldía sin causa” tan en boga en esos años. Está presente en El aviador fenómeno (Fernando Cortés), un capítulo de las comedias “fenomenales” de Adalberto Martínez “Resortes”. La vemos en una fiesta en Suicídate, mi amor (Gilberto Martínez Solares), comedia romántica en la que Germán Valdés “Tin Tan” primero salva y luego enamora a Tere Velázquez.Vuelve a la carga acompañando a los cómicos del momento. Con el venezolano Amador Bendayán en Si yo fuera millonario (Julián Soler) y Napoleoncito (Gilberto Martínez Solares); con el cuarteto formado por Manuel Espino “Clavillazo”, Germán Valdés “Tin Tan”, Adalberto Martínez “Resortes” y Manuel “Loco” Valdés, en Los fantasmas burlones (Rafael Baledón); es Moa, la sexi cavernícola que recibe en La edad de piedra (René Cardona) a Viruta y Capulina; es Lolita, la secretaria de la que se enamora Lopitos (Cantinflas), recién llegado a la República Socialista de Pepeslavia, en cuya capital, Troleburgo, representará al país de Los Cocos, enclave centroamericano, en Su Excelencia (Miguel M. Delgado). Es espectadora o se sube al ring de la lucha libre en El señor Tormenta y Tormenta en el ring, historias escritas por Jesús “Murciélago” Velázquez y dirigidas por Fernando Fernández, con Julio Aldama y Angélica María; se da de costalazos en Las luchadoras contra el médico asesino y Las lobas del ring, ambas de René Cardona. Alberto Mariscal la dirige en dos películas: Cruces sobre el yermo y Crisol, que junto a Pasión oculta (Alfredo B. Crevenna) son sus últimas apariciones en la década de los sesenta. Hace una pausa en su carrera y después de su retiro regresa en los setenta con algunas películas dirigidas por su esposo Gustavo Alatriste: Victorino (las calles no se siembran), México, México, ra ra ra, Aquel famoso Remington e Historia de una mujer escandalosa. Es un cine alternativo, de tesis y crítica social. Con la historia de Margarita López Portillo lleva a la pantalla Toña Machetes. Explora y protagoniza historias fuertes en La casa que arde de noche y Los placeres ocultos, de René Cardona Jr. El 16 de julio de 2019, Sonia Infante falleció en la Ciudad de México. Escribió un capítulo en la leyenda de la familia Infante; bonita, alegre, “mandona” y de fuerte carácter, labró su estilo y presencia por cinco décadas en la historia de nuestro cine. Jaime Vázquez, promotor cultural por más de 40 años. Estudió Filosofía en la UNAM. Fue docente en el Centro de Capacitación Cinematográfica. Ha publicado cuento, crónica, reportaje, entrevista y crítica. Colaborador del sitio digital zonaoctaviopaz.@vazquezgjaime