Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. José Luis, el conductor de Uber de 38 años de edad asesinado el martes en las inmediaciones de Uruétaro, en el municipio de Álvaro Obregón, era un padre de familia que todos los días trabajaba para llevar el sustento a su esposa y su bebé, de tan solo 1 año y cuatro meses de edad. Quienes lo conocían, comparten que era un hombre trabajador que, como muchas personas en México, se esforzaba por sacar adelante a su familia, por lo cual buscó un empleo como conductor de aplicación. Sin embargo, la inseguridad lo alcanzó y fue asesinado por sujetos que además quemaron su vehículo. Aún herido, alcanzó a pedir ayuda por WhatsApp a sus compañeros conductores, quienes de inmediato comenzaron a buscarlo, hasta que el cuerpo fue encontrado sin vida y con huellas de violencia. “Me dieron un balazo, estoy en Uruétaro hagan paro vengan por mí, ya me mataron carnal”, se oye decir desesperadamente al hombre en la grabación que circula en redes sociales. Compañeros de trabajo y amigos de José pidieron apoyo a quien desee ayudar a su viuda, con víveres, ropa para mujer o bebé de 1 año, cualquier tipo de ayuda será agradecida. Para quien desee apoyar, la viuda de José compartió sus datos: Cuenta: 4217 4701 1613 5712Nombre: Leticia Bedoya Chávez El hallazgo del cuerpo de José se registró alrededor de las 07:20 horas del martes en un predio ubicado a la orilla del kilómetro 227+200 de la autopista México-Guadalajara, a una distancia de 150 metros del Puente Río Viejo de Morelia, así como en las inmediaciones de la población de Felipe Carrillo Puerto. Asimismo, el automotor de José fue descubierto totalmente calcinado a pocos metros de la plaza principal de la comunidad de León Cárdenas, localizada a una distancia aproximada de 6 kilómetros y medio de donde yacía el cuerpo. Unos patrulleros municipales acordonaron ambas escenas y pidieron la intervención de la Fiscalía General del Estado (FGE), cuyos especialistas de la Unidad de Servicios Periciales y Escena del Crimen (USPEC) se encargaron de las investigaciones correspondientes y trasladaron el cadáver a la morgue para la práctica de la necropsia de ley.