COLEGIO DE ABOGADAS DE MICHOACÁN Sonia Valencia Flores El panorama político en México ha cambiado significativamente en los últimos años, derivado de la diversificación política, la cual, ha propiciado la politización en general de la sociedad mexicana y está a su vez, ha estimulado la participación electoral y la competencia partidista. Cuando hablamos de los pesos y contrapesos políticos, nos ayuda a entender el balance o desequilibrio partidista y social, el cual, tiene un uso político claro dentro de los diferentes partidos en el poder; cuando existe un régimen político cualquiera en donde el poder se encuentra demasiado concentrado, sin un contrapeso en sentido opuesto al de la concentración de poder es muy peligroso, puesto que se trata de un principio de gobierno en el que ramas separadas adquieren poder para prevenir actos de desequilibrios políticos con otros grupos que son inducidos a compartir el poder. Recordemos la etapa priista en el sistema a político mexicano, el cual se caracterizó por un fuerte presidencialismo en el que la disciplina de los legisladores frente al mandatario era una norma estricta, el obedecer las reglas. La sumisión de los representantes populares ante el jefe del Ejecutivo permitía cierto grado de estabilidad en el sistema político. La verdadera realidad era que los diputados y senadores llegaban al Congreso de la Unión por la decisión del presidente y no por el voto popular de la ciudadanía; por lo tanto, la lealtad era con el presidente de la Republica que los había colocado en el puesto y los legisladores se sometían a las instrucciones del mandatario. En ese sentido, en el año 2000 el triunfo de Vicente Fox le permitió al Congreso mayores márgenes de autonomía, esto significo que verdaderamente existió una separación de poderes, lo que trajo como consecuencia enfrentamientos entre el Ejecutivo y el Legislativo y en algunos casos de política exterior; además, ocasiono fricciones entre poderes, puesto que, el Congreso no es un ente monolítico; lo anterior, se desarrolló principalmente con los partidos políticos de oposición. Por lo tanto, el propósito principal de los pesos y contrapesos políticos en México, es que, el ejercicio del poder se distribuya entre varios cuerpos gubernativos para evitar que un poder invada esferas de competencia abusando de los otros, o que exista una gran concentración de facultades en uno solo; lo que se traduce que la próxima legislatura será un Poder Legislativo al servicio del Poder Ejecutivo; y es ahí, donde destaca la importancia del Poder Judicial de la Federación como oposición y freno a la voluntad de una mandataria respaldada por el cuerpo Legislativo. La realidad, por supuesto, de estos resultados, será la eliminación o inhabilitación de un sistema de pesos y contrapesos; y, esto lleva inevitablemente a la destrucción de la Democracia y a la instauración de un gobierno totalitario fuera del marco de la ley y el orden Constitucional, lo que consecuentemente pasa por alto, que los propios mecanismos que tienen las estructuras de poder generen un gobierno autoritario, que no establece canales de comunicación con sus gobernados y que no permite la conformación de estructuras dialécticas de participación social.