POR LA ESPIRAL DESDE EUROPA | España: el calvario del turismo foráneo

España, que este año llegará a los 100 millones de turistas, vive un auténtico frenesí turístico y no sé si decirlo con alegría o con cierto hartazgo porque ya no se puede ir a ningún sitio o casi a ninguno

Foto: twitter

Claudia Luna Palencia

España, que este año llegará a los 100 millones de turistas, vive un auténtico frenesí turístico y no sé si decirlo con alegría o con cierto hartazgo porque ya no se puede ir a ningún sitio o casi a ninguno sin que esté a tope de gente foránea.

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Después de la pandemia del coronavirus, la gente ha decidido echarse a vivir la vida como si no hubiese un mañana y, esto no tiene nada que ver con un estatus económico, porque aquí están viajando todos los que quieran hacerlo. La gentrificación de la que tanto se han quejado en varias partes de México también es una enfermedad maldita aquí en España y yo diría en toda Europa.

Es curioso, porque en Japón, que recientemente tuvo elecciones y la coalición de gobierno salió muy debilitada, ha experimentado un auge de la ultraderecha. El discurso utilizado por la derecha radical nombró al extranjero como su enemigo; lo ha señalado como invasor.

Algo no muy bueno está pasando con tanto trasiego de extranjeros: algunos de los que entran como turistas, luego se quedan a vivir la experiencia de ser local e intentan tener suerte con los papeles y con encontrar un trabajo.

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El problema es cuando se mezclan peras con manzanas y entonces va creciendo como la espuma que llegues a un sitio y lo veas lleno de extranjeros o bien ese inocultable movimiento de maletas de gente que entra y sale de un bloque de edificios.

Viajar desde luego se ha puesto de moda, pero ya no levanta tantas sonrisas en los países que están sobresaturados y se observan filas y filas en los aeropuertos, así como en las estaciones de tren.

En Barcelona, no son bienvenidos los turistas: los catalanes no esconden su enfado y no son pocas las veces que salen con cacerola en mano y pancartas con mensajes como “tourists go home” para plantarse en las playas ante el asombro de los viajeros que descansan semidesnudos al sol.

En Ibiza, están sobresaturados, un español no puede ir de viaje porque los británicos lo tienen todo reservado y los precios, por ende, son cada vez más prohibitivos. Tampoco que digamos es muy agradable ir a Ibiza tomando en cuenta el turismo de alcohol, drogas y sexo que practican los británicos; cada vez más españoles evitan hoteles y vuelos saturados por británicos.

Esta semana justo dos turistas británicos han fallecido en el Hotel Ibiza Rocks, en dos habitaciones distintas, con un día de diferencia, ambos han caído desde el balcón de su habitación por causas que están investigándose.

Hay decenas de historias documentadas por los medios de comunicación de turistas fallecidos por hacer balconing, esto es, saltar desde el balcón de la habitación hacia la piscina; como también hay decenas de casos de británicos ebrios que en vuelos de avión hacia o desde España han causado hasta peleas todo por ir borrachos.

A colación

Ese turismo de desmanes en que el extranjero cree que tiene derecho a hacer de todo sin comportarse o tener límites y respetar las normas, tiene cansados a muchos españoles.

Y, claro, esto es como la pescadilla que se muerde la cola: el turismo es muy importante para el PIB y para el empleo, en el sector servicios tiene un enorme peso preponderante porque además detona a otros subsectores que igualmente se benefician.

Hace unos días, una colega mía se quejaba que en Valencia, en su bloque de edificios, donde había vivido toda la vida, la mayoría de los pisos estaban de alquiler vacacional. Me dijo consternada que cuando llegaba el recibo del agua, los alquileres vacacionales sextuplicaban el consumo de agua de un mes en comparación con una familia residente.

Sin embargo, pese a esta queja, la realidad es que el PIB español no se ha caído del todo gracias al turismo; simplemente, de enero a mayo, habían entrado 35 millones de turistas.

Por nacionalidad es Reino Unido el principal país emisor de turistas a España. De enero a mayo, el gasto de los turistas extranjeros en España fue de 46 mil 586 millones de euros… con estas cifras se comprenderá porque se aguanta este calvario.

@hispanonews1