Mexicanos Primero Michoacán, A.C. | Regresar mejor a la escuela

Este próximo lunes se regresará a las labores escolares en el marco del Ciclo Escolar 2024-2025 en el país y en Michoacán en particular

Este próximo lunes se regresará a las labores escolares en el marco del Ciclo Escolar 2024-2025 en el país y en Michoacán en particular.

En este medio mes de suspensión no se generaron mayores comunicados ni novedades durante el par de semanas de asueto. No parece que vaya a haber sorpresas favorables, al no haberse anunciado inversiones ni nuevas medidas de política pública para robustecer la vivencia de los derechos a estar, a aprender y a participar de los estudiantes en Michoacán, ni tampoco para mejorar las condiciones laborales de los docentes ni de sus respectivas familias.

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En contraste, sí que existen situaciones que pueden afectar la regularidad del calendario escolar en Michoacán. Entre los principales motivos que pueden atentar contra el ciclo escolar y la regularidad de la vivencia de los derechos educativos en la entidad se encuentran las inaceptables circunstancias de inseguridad contra los planteles escolares se reflejan en el hecho de que, frecuentemente en estos lapsos vacacionales suelen recibir atentados contra el patrimonio y las instalaciones, habiendo planteles que hasta en diez ocasiones durante un mismo ciclo escolar reportan robos y daños en la infraestructura educativa.

Así también, se suscitan muy frecuentemente situaciones de violencia propiciadas por la delincuencia organizada que asola Michoacán, tales como balaceras, cierre de vialidades, vehículos incendiados y, en el peor de los casos, muertes y masacres. Particularmente, en este mes ha habido muchos incidentes que hoy ponen en duda el arranque pleno de las actividades escolares el próximo lunes, a reserva de las acciones gubernamentales o de una disminución de las actividades de los delincuentes.

Por si fuera poco, también se avizoran protestas de grupos gremiales y políticos encunados al seno del sistema educativo estatal, ya que se avecina el mes de mayo, así como desde antes se dieron circunstancias que propiciaron inconformidades amplias entre el magisterio y sus representantes, tales como el intento de reforma a la Ley del ISSSTE y, con ello, al sistema de jubilaciones y pensiones de los trabajadores de la educación, así como las intervenciones y deslindes de los diversos grupos sindicales y sus disidencias internas. Es fácil predecir que será un regreso a clases complejo y que, quizás, muchos planteles tendrán ya muy pocos días de clases antes de cerrar el ciclo escolar.

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Por si fuera poco, regresar a las aulas también será complejo, dadas las escasas condiciones imperantes para afrontar la ola de calor, la efervescencia del narcotráfico y lucro con sustancias prohibidas, el esfuerzo por instaurar comida saludable en las escuelas del país y la aplicación del nuevo modelo educativo. Esta convergencia de actos de autoridad debería de representar una oportunidad única para mejorar la salud de los estudiantes y para desarrollar su cultura física, pero es necesario materializarla, no solamente sostenerla en el discurso.

Particularmente, existen grandes áreas de oportunidad para la educación física, disciplina que debería ser una fortaleza del sistema educativo nacional, pero que, en la práctica representa una consecuencia de la precariedad en que se encuentra la educación mexicana.

Por principio de cuentas, acudir a la escuela debe implicar la garantía de realizar actividades recreativas y deportivas para los estudiantes, así como les otorga el derecho de cursar materias de educación física, a la par que les brinda la alternativa de pertenecer a clubes y selecciones deportivas escolares.

Sin embargo, la realidad es diferente.  Michoacán, un estado con una rica tradición cultural y educativa, enfrenta desafíos particulares en su sistema educativo. La escasez de maestros de educación física es un problema crítico que afecta directamente la salud integral de nuestros estudiantes. Esta situación se agrava considerablemente en las zonas rurales, donde las escuelas multigrado son comunes y los recursos humanos especializados son escasos.

Los trabajadores de la educación en Michoacán, y particularmente los docentes de educación física, realizan sus labores en condiciones sumamente precarias, como lo subrayan las evidencias estadísticas conformadas por las propias autoridades educativas. Estos profesionales no constituyen una excepción dentro del sistema educativo; por el contrario, enfrentan inmensos obstáculos para el ejercicio de su vocación docente que sobrepasan incluso las dificultades generales del magisterio.

Los estudiantes, por su parte, afrontan en la materia de educación física algunas de las barreras más grandes para el aprendizaje y la participación, como la carencia de materiales deportivos, consistente en la insuficiencia de equipamiento básico para la práctica deportiva. Balones, cuerdas, aros y otros implementos fundamentales escasean o se encuentran en pésimas condiciones. Así también, se reporta la falta de indumentaria adecuada: Muchos estudiantes carecen de ropa y calzado deportivos apropiados, lo que limita su participación efectiva y segura en las actividades físicas.

Esta situación es particularmente grave en comunidades de alta marginación, donde las familias no pueden costear estos implementos. Análogamente, se cuenta con infraestructura deficiente o inexistente. La práctica de educación física ocurre frecuentemente en parcelas, lotes baldíos o espacios improvisados, con resultados sumamente indeseados tanto en términos pedagógicos como de seguridad.

 Misma situación ocurre con la ausencia de techumbres que protejan a estudiantes y docentes de las inclemencias climatológicas, lo que resulta en cancelaciones frecuentes de clases o exposición a condiciones riesgosas.

 A lo anterior se suma el que, en múltiples planteles, los horarios asignados a la educación física no son respetados, siendo frecuentemente sacrificados para dar cabida a otras actividades consideradas "prioritarias". Y, por si fuera poco, la ya mencionada situación de violencia e inseguridad que prevalece en amplias regiones de Michoacán impacta severamente la práctica deportiva escolar, limitando las posibilidades de realizar actividades al aire libre o competencias Inter escolares.

Aunado a lo anterior, los maestros de educación física se encuentran aislados ante la falta de mayor cultura física entre las autoridades educativas, quienes invalidan o relativizan la educación física, negándoles o limitándoles los apoyos institucionales necesarios. Esta desvalorización sistemática se refleja en presupuestos insuficientes, escasa capacitación especializada y mínimo reconocimiento a su labor formativa.

Más preocupante aún resulta la instrumentalización política que sufren estos profesionales. En diversas regiones de Michoacán, a los maestros y normalistas de educación física se les utiliza para realizar movilizaciones, aprovechando sus capacidades y condición física. Así, estos docentes son quienes realizan las tareas más arduas cuando se trata de hacer protestas y manifestaciones, lo que evidencia que incluso los propios representantes gremiales no valoran adecuadamente las labores pedagógicas del profesor de educación física.

El déficit de maestros de educación física en Michoacán tiene raíces históricas profundas. Desde la reforma educativa de 2013, la asignación de plazas docentes se ha visto afectada por procesos administrativos complejos y, en ocasiones, opacados por prácticas cuestionables. La Escuela Normal de Educación Física, única institución formadora de estos especialistas en el estado gradúa una cifra insuficiente para cubrir la demanda existente de profesores de educación física, toda vez que muchos de ellos se encuentran comisionados o descargados de labores frente a grupo, lo que exacerba el problema.

Las cifras respecto a obesidad y sobrepeso infantiles están controvertidas, pero es un hecho que Michoacán ocupa una posición en los primeros lugares, ya que los datos de diversas fuentes invariablemente superan la media nacional y reflejan un problema de salud pública que requiere atención inmediata y efectiva.

Las causas de esta epidemia son multifactoriales e incluyen patrones alimenticios inadecuados, sedentarismo, factores socioeconómicos y culturales, así como la limitada educación en nutrición y actividad física. Las zonas urbanas como Morelia, Uruapan y Lázaro Cárdenas presentan los índices más elevados, pero las comunidades rurales no están exentas del problema, donde la pobreza y la desnutrición coexisten paradójicamente con el sobrepeso.

La situación se agrava cuando analizamos las condiciones en que se desarrolla (o no se desarrolla) la educación física en las escuelas: espacios inadecuados, carencia de material deportivo y ausencia de profesionales capacitados generan un círculo vicioso donde los estudiantes no tienen acceso a la actividad física estructurada y saludable que requieren para contrarrestar los efectos de una alimentación deficiente.

Es importante tenerlo en cuenta: la educación física va más allá del desarrollo de capacidades motrices y la prevención de la obesidad. Es fundamental para el desarrollo integral de los estudiantes, fomentando habilidades sociales, emocionales y cognitivas esenciales para su éxito académico y personal. Mente sana en cuerpo sano.

Está documentado que hay muchos planteles que no cuentan con maestros de educación física como tales, ni tampoco tienen horas de clase para tales efectos, ni espacios o instalaciones adecuadas, por lo cual se practican deportes en parcelas o lotes baldíos, con resultados sumamente indeseados. Esta realidad debe ser enfrentada con decisión política y presupuestal.

Esperemos que, en este regreso a clases se contemple seriamente la atención integral a la salud de los estudiantes michoacanos, con acciones como la incorporación de nutriólogos escolares, en coordinación con maestros de educación física que trabajen en condiciones dignas, representa una inversión estratégica para garantizar el derecho de nuestros estudiantes a una educación que promueva integralmente su salud y bienestar. Un modelo integral, que atienda simultáneamente la alimentación, la actividad física y las condiciones laborales de los especialistas podría transformar significativamente el panorama de la salud escolar en Michoacán en beneficio de los estudiantes.

Michoacán necesita una política educativa y de salud que reconozca sus particularidades socioculturales y que invierta decididamente en la formación de profesionales especializados y en condiciones laborales adecuadas. Solo así podremos garantizar el derecho de nuestros niños y jóvenes a una educación integral que promueva su salud y bienestar presente y futuro.

El momento actual, marcado por los desafíos postpandemia y la creciente preocupación por la salud pública, representa una oportunidad única para replantear nuestras prioridades educativas y colocar la educación física y la nutrición escolar en el centro de la agenda política estatal, reconociendo y dignificando simultáneamente la labor fundamental de los profesionales que hacen posible estas áreas educativas.

Como sociedad michoacana, debemos exigir que los derechos de nuestros estudiantes a una educación integral y de calidad sean garantizados, y que los derechos laborales de quienes hacen posible esta educación sean respetados. El futuro de nuestro estado depende de la salud física, mental y emocional de las nuevas generaciones, así como de la dignidad y bienestar de sus educadores.

No podemos permitir que limitaciones presupuestarias o administrativas comprometan estos derechos fundamentales. Ya se fueron las oportunidades de lograr un ciclo escolar completo en la entidad federativa; pero al menos esperemos se construya un cierre digno, en coordinación plena con las autoridades en materia de seguridad, prevención del delito, procuración de justicia, de salud y en diálogo permanente, constructivo y proactivo con los representantes gremiales del magisterio y la base trabajadora. Sólo así se podrán disipar estos fantasmas y generar un antes y un después en la formación de las niñas, niños y jóvenes en la entidad federativa.

Levantemos la voz por un mejor regreso a clases en Michoacán. Nuestros hijos lo merecen.

Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y en Twitter en @Erik_Aviles

*Doctor en ciencias del desarrollo regional y director fundador de Mexicanos Primero capítulo Michoacán, A.C

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