Rafael Alfaro Izarraraz Es imposible permanecer callado ante la infamia que Israel, EU y en general Occidente, comete en la franja Palestina de Gaza. Su historia es parecida a la que vivió México con respecto a Estados Unidos. El territorio que actualmente ocupa el Estado de Israel era de los palestinos. Ya vivieron la experiencia como nos pasó a los mexicanos en el siglo XIX. A los palestinos les han arrebatado su territorio y en su lugar se ha instalado un Estado (el israelí). En mitad de lo que fue la parte norte de México EU amplió sus líneas territoriales robando a México. Pero con los palestinos la situación ha sido más complicada. Ni siquiera se les ha reconocido como un Estado. Recordemos que tanto los territorios de Gaza como de Cisjordania han sido ocupados por Israel desde la Guerra de 1967. En contra de la creación del Estado israelí sobre territorio palestino y de la ocupación israelí de los territorios palestinos es que se han creado movimientos sociales (musulmanes, como Hamás) que dentro de sus principios de fundación creen que la ocupación de los territorios palestinos va en contra de sus creencias religiosas que ostentan y que se debe de combatir con métodos que a Occidente ha calificado como terrorismo. Ahora Israel con el patrocinio de EU y el presidente Trump pretende construir en el territorio de Gaza una réplica del Cancún mexicano. Son tiempos de gente infame y esta palabra “infame” se refiere a conductas que se corresponden con personas sin ningún tipo de principios que se les pueda reconocer. No tienen nada absolutamente nada en su conducta que se les pueda reconocer salvo el desprecio por lo infames. Es la infame cultura que lleva en su ADN Occidente que el Estado israelí promueve en la región, incluido el pueblo palestino. Si tenemos algo de memoria, el genocidio que se ha llevado a cabo contra el pueblo palestino en Gaza, se trataría de la única “victoria” (pírrica) de EU (en este caso como socio de Israel), en los últimos 50 años desde Vietnam hasta nuestros días. Porque en aquella lejana región se vive una guerra desde que, durante la posguerra, la ONU decidió crear un Estado para los israelíes después de que habían vivido el exterminio, decidido por Hitler, que los tomó como responsables de las frustradas ambiciones de grandeza que alimentaron al pueblo alemán y que ahora incentiva a los judíos. El orden mundial occidental se acabó con la guerra entre Israelí e Irán, la de los 12 días. EU a pesar del apoyo que sigue prestando a Israel en la región también quedó evidenciado que ya perdió la inercia de una potencia hegemónica mundial y que el apoyo es verbal no material porque está en bancarrota y plena caída. Lo que le queda son las balandronadas de Trump sin que estos signifique no tomarlas en cuenta. Por supuesto que todavía tiene poder, pero es cada vez más limitado y lo utiliza con las potencias débiles, más bien regionalmente o con los aliados tradicionales ante quienes actúa, como ante los europeos, como su jefe. Occidente firmó su final al someterse a EU en plena decadencia. EU apoya a Israel, pero en aquellas causas por las que no tiene que invertir recursos que ya no tiene ni en términos de infraestructura militar para enfrentar a los rusos ni en términos económicos debido a que China encabeza el cambio en el que EU ya no manda. Tampoco cuentan con el apoyo de la Unión Europea que están sometidos a las políticas estadounidenses que los obligaron a renunciar al petróleo y gas ruso y con ello a la idea de dirigir al mundo. Pero aún tiene algo que lo mueve. Las empresas financieras multinacionales y la banca como Black Rock que anda en busca de dónde chupar las energías de los pueblos y la franja de Gaza es una presa de la que desean obtener alguna ganancia. En estos días se ha anunciado el retiro del principal monopolizador de las finanzas mundiales de la guerra ruso ucraniana: Black Rock. Como es casi inevitable que Rusia ocupe todo el territorio ucraniano en breve y también elija cómo distribuirse las riquezas ucranianas pues es claro que el poder financiero mundial mejor ha decidido mirar hacia otros rumbos y puede ser Gaza. Como dan vueltas las cosas. Estos financieros en los que participan los modernos inspiradores del fascismo en el mundo que buscan el exterminio de los palestinos hacen, exactamente, lo mismo que a ellos hicieron en Alemania como población judía. Qué barbaridad, su conducta no tiene ya ni justificación ni razón de ser. Muy pronto ser irán ante el nuevo escenario y ojalá con ellos la crueldad pues niños, niñas y ancianos, y por supuesto los palestinos adultos, no merecen ser tratados como se les ha tratado como objetos sacrificables en interés del dinero y de fanatismos estúpidos. La franja de Gaza convertida en un nuevo Cancún sería la peor infamia cometida contra un pueblo por parte de una élite mundial y tal vez sea su último baile.