EFE / La Voz de Michoacán Logroño, 19 feb (EFE).- Una investigación asegura que las adicciones digitales, como los juegos de azar, las vinculadas a las redes sociales y las compras compulsivas, comparten mecanismos subyacentes comunes, como el refuerzo positivo y negativo de los comportamientos, las motivaciones compulsivas, los hábitos arraigados y la falta de autocontrol. Esta es una de las conclusiones de este estudio, en el que ha participado la investigadora principal del Grupo de Investigación en Adicciones Comportamentales de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Gemma Mestre-Bach, publicado en la revista American Journal of Psychiatry, de la Asociación Americana de Psiquiatría. Estas adicciones suelen coexistir con otros problemas psiquiátricos, como la ansiedad y la depresión, ha añadido este miércoles UNIR en una nota. La tecnología, ha precisado, puede exacerbar estas adicciones y difuminar los límites entre problemáticas, como en el caso de los juegos de azar y los videojuegos o el uso problemático de las redes sociales y las compras compulsivas, lo que complica su identificación y tratamiento. La investigación se enfoca en cinco adicciones principales: trastornos por juego de azar, por juego en internet, por comportamiento sexual compulsivo y por compras compulsivas; y uso problemático de redes sociales, con el fin de conocer las mejores estrategias para su tratamiento. A pesar de que estas adicciones tienen mecanismos comunes, cada una de ellas tiene características clínicas únicas, con diferentes niveles de prevalencia, síntomas y otros trastornos asociados, lo que dificulta su tratamiento. La detección temprana Las adicciones comportamentales, como el juego de azar, el uso problemático de internet, la compra compulsiva y el uso problemático de pornografía, tienen un impacto notable sobre la salud mental. El estudio muestra que estas adicciones comparten mecanismos neurobiológicos con los trastornos por uso de sustancias y suelen coexistir con otros problemas psiquiátricos, como la ansiedad y la depresión. Por ello, la detección temprana y el acceso a tratamientos eficaces, como la terapia cognitivo-conductual y la neuromodulación, son "esenciales" para mejorar los resultados en las personas afectadas. Esta investigación también profundiza en los mecanismos neurobiológicos y psicológicos que impulsan las adicciones conductuales; explora el papel de neurotransmisores, como la dopamina; y la interacción entre el refuerzo, la compulsión y el autocontrol en el desarrollo y mantenimiento de estas adicciones. Según Mestre-Bach, "la era digital ha creado nuevas vías para el desarrollo de adicciones conductuales" y "la facilidad de acceso a estímulos gratificantes en línea, combinada con la naturaleza adictiva de algunas plataformas y juegos, puede conducir a comportamientos compulsivos y a la pérdida de control". Los investigadores han subrayado la necesidad de herramientas de diagnóstico más precisas y de una mejor comprensión de los factores que contribuyen a las adicciones conductuales; además de la importancia de regular las industrias relacionadas con estos comportamientos y de educar a la población sobre los riesgos. Mestre-Bach se ha referido a la importancia de impulsar políticas públicas basadas en la evidencia para mejorar la prevención y el tratamiento de estos trastornos.