América Fernández Dopamina: La Hormona de la Adicción La dopamina es un neurotransmisor fundamental en nuestro cerebro, conocido como la "hormona del placer". Su función principal es reforzar comportamientos que generan satisfacción, como el logro de una meta. Hoy en día, secretamos grandes cantidades de dopamina en pocos minutos debido a la enorme cantidad de estímulos disponibles (redes sociales, comida procesada, alcohol, tabaco, etc). ¿Por qué es tan difícil parar? Nuestro cerebro está diseñado para buscar placer y evitar el dolor. La comida procesada, el tabaco, el alcohol, las redes sociales y las drogas duras nos hacen secretar dopamina en grandes cantidades y en muy poco tiempo, creando un pico de placer intenso. Con el tiempo, el cerebro se adapta a estos niveles elevados de dopamina, necesitando cada vez más estímulos para experimentar placer. Aquí es donde se genera una dependencia, que si no se corrige, puede derivar en múltiples adicciones, ya que el cuerpo y el cerebro no solo intentan recuperar los niveles de placer, sino también evitar el dolor que produce el ciclo de adicción. No es una cuestión de fuerza de voluntad, sino de un enfoque integral que ayude a equilibrar la química del cerebro, los comportamientos y las emociones. La dependencia a la comida y al azúcar es particular A diferencia de otras adicciones (alcohol, tabaco, drogas) la dependencia a la comida no se puede tratar eliminándola por completo. En su lugar, es crucial evitar los extremos y encontrar un equilibrio. Las dietas restrictivas agravan el problema: la sensación de privación incrementa la compulsión, refuerza la culpa y disminuye la confianza en uno mismo. No se trata solo de comida, sino de emociones y conductas: la comida puede convertirse en un refugio ante emociones intensas. Si no se trabaja la emoción y se reaprende a relacionarse con la comida, el ciclo continuará. Reemplaza la dopamina por otras hormonas del bienestar: introduce otras fuentes de placer natural que ayuden a secretar serotonina y endorfinas, como el ejercicio, el contacto social, la meditación y las actividades artísticas. Busca apoyo: no tienes que hacerlo solo/a. Un especialista puede ayudarte a entender y manejar mejor tu relación con la comida. Recuerda,no es falta de voluntad. La clave está en reentrenar al cerebro con hábitos sostenibles que generen placer sin dependencia. Al cambiar tu relación con la dopamina, cambiará tu relación con la comida. ¡Ese es el verdadero camino a la libertad! América Fernández. Coach de salud integral y recuperación de la dependencia a la comida. www.americafernandez.com soy@americafernandez.com